Como todos los padres, abuelos o niñeras saben, los niños tienen una cantidad de energía alucinante. Ellos pueden correr jugando alrededor por horas, con mucha sed en el proceso.
Es vital que nuestros niños tengan acceso al agua y beban regularmente para su propio bienestar, salud y desarrollo. Y con un poco de planificación y algunas ideas, también puede ser algo que los niños realmente disfruten.
Y no solo los altos niveles de energía hacen que sea tan importante que los niños se mantengan bien hidratados. Hay una serie de otras razones por las cuales debemos asegurarnos de que los jóvenes mantengan sus niveles de agua elevados.
Los niños pueden olvidar que tienen sed
Una gran parte de nuestro peso corporal está compuesta de agua: el adulto promedio es 60% de H2O. Pero para los niños, la cifra es mucho más alta: casi el 80% de agua al nacer y aproximadamente el 75% de agua cuando llegan a la edad escolar primaria.

Debido a todas sus actividades, los niños también son más susceptibles a la deshidratación porque tienden a perder agua más rápidamente que los adultos.
Los niños también tienden a olvidar que tienen sed, ya que están demasiado ocupados, ¡bueno, siendo niños! Explorando el mundo, divirtiéndose y olvidando decirnos que necesitan rehidratarse.
Investigaciones han demostrado que esto puede tener algunos efectos adversos para la salud de los niños, incluido su desempeño mental (por ejemplo, Goodman et al.2013).
Mejor desempeño mental
La buena hidratación también es importante para el desempeño mental de los niños en la escuela.
Estudios recientes (por ejemplo, Khan et al. 2015 y Booth et al. 2012) han demostrado que la ingesta inadecuada de agua y la deshidratación tienen un impacto negativo en el desempeño mental y escolar.

Investigadores de la Universidad de California, Davis y Nestlé colaboraron en un estudio que probó los beneficios del consumo de agua en la memoria de trabajo y la atención entre 52 niños de entre 9 y 12 años.
Los niños realizaron pruebas cognitivas al comienzo de la mañana antes del desayuno, y al final de la mañana, después de que cada uno bebió 750 ml de agua durante un período de dos horas y media. Repitieron el proceso en un día diferente sin agua. El equipo monitoreó su estado de hidratación analizando muestras de orina.
Los resultados mostraron que es importante que los niños se mantengan bien hidratados con el tiempo. Aquellos niños que mostraron fluctuaciones más pequeñas en el estado de hidratación después de beber el agua obtuvieron resultados significativamente mejores en las pruebas cognitivas que durante el día sin consumo de agua.
Hábitos de hidratación saludables
Cuando hablamos de una dieta saludable, a menudo nos enfocamos en los alimentos, pero también es importante vigilar qué beben los niños.

El agua es la fuente perfecta de hidratación dado que no tiene calorías ni azúcar. Y beber "el viejo y simple H20" no tiene que ser aburrido...
Intente darle a su hijo un nuevo vaso o termo especial o use pitillos de papel. O haga flotar rodajas de fruta o cubitos de hielo de diferentes formas en una jarra de agua para atraer el interés del niño.
Los niños responden realmente bien a cambios simples, como este último, que hace que tomar agua sea mucho más interesante.